jueves, 19 de abril de 2012
El discurso y el Texto
ESTRATEGIA DE APRENDIZAJE
ACROSTICO
HACIA UNA PEDAGOGIA INTEGRAL DEL LENGUAJE
(Alfonso
Cárdenas Páez)
SÁNCHEZ BARRAGÁN DIANA MARCELA
HISTORIA DE LAPEDAGOGIA DE LA LITERATURA
JULIETA COVALEDA
TUTORA
VI SEMESTRE DE HOMOLOGACIÓN
LENGUA CASTELLANA
UNIVERSIDAD DEL TOLIMA
IDEAD
ICONONZO TOLIMA
2012
ACRÓSTICO
Hoy la pedagogía integral del lenguaje debe buscar el
Aprendizaje como instrumento y objeto de estudio, para
Contribuir en el desarrollo de dos
Importantes competencias denominadas semiodiscursiva y sociocognitiva ya
que
A través de estas se fomenten en el estudiante. Por lo tanto,
Una pedagogía del lenguaje este enfocado al mejoramiento de
conocimientos,
No solo a eso, sino a capacidades
Actitudes y valores.
Por consiguiente en conjunto se impulsan
Estado de participación y reflexión
en torno a las acciones
Del ser humano en la vida cotidiana.
Ahora es indispensable la formación integral de cada individuo ya que,
Gracias al lenguaje se
Obtienen cuatro procesos que se toman para
Generar una acción pedagógica en relación con el pensamiento, la
Interacción, la lectura y la escritura.
Asimismo es primordial resaltar la
Mediación del uso del lenguaje en sus diversas manifestaciones en la vida
social,
No obstante, se utilizan como estrategia de aplicación en el ámbito escolar
son
Tantas sus funciones en la
práctica pedagógica y curricular
que
Garantizan mucho la producción e
interpretación textual. Así pues la
Razón, la sensibilidad y la imaginación favorecen el pensamiento
múltiple:
Analítico, crítico y creativo. De esta manera se
Logran hábitos de estudio que contribuyen
De forma significativa en el proceso de
Enseñanza – aprendizaje de
Los estudiantes y guiados por un sinnúmero de docentes que a lo
Largo de su carrera profesional
Esperan con ilusión propiciar en el lenguaje un
Notable avance en impartir adecuadamente la enseñanza de esta misma
Gracias a alternativas de niveles de sentido de textos
U otra representaciones como signos, códigos;
A partir de estas reflexiones se
Juega un papel en pro de nuevas metodologías con
Énfasis a fundamentar el lenguaje
en todos los procesos comunicativos y centrados en un desarrollo humano.
El analisis del discurso en el componente semantico de la lengua castellana
ANALISIS DISCURSIVO DE LOS COMPONENTES DE LA LENGUA CASTELLANA
NÚCLEO
PROBLÉMICO 4:
EL ANALISIS DEL DISCURSO EN EL COMPONENTE SEMANTICO DE LA LENGUA CASTELLANA
SANCHEZ BARRAGAN DIANA MARCELA
JULIETA COVALEDA
LICENCIATURA EN EDUCACION
BASICA CON ENFASIS EN LENGUA CASTELLANA
UNIVERSIDAD DEL TOLIMA
IDEAD ICONONZO
SEMESTRE VII
HOMOLOGACION
ICONONZO TOLIMA
2012
OBJETIVO GENERAL
v
Identificar
la función que cumple la semántica y la hermenéutica en la enseñanza del
lenguaje.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
v
Conocer
la incidencia del proceso semántico en las palabras.
v
Propiciar
discurso en los actos de habla de forma semántica co intención comunicativa.
v
Analizar
plenamente la semántica en el desarrollo del discurso y la hermenéutica en la
acción critica de textos.
INTRODUCCIÓN
En este núcleo problemico
hace referencia a los conceptos de semántica y hermenéutica en el análisis del
discurso en la Lengua Castellana buscando que surjan a partir del proceso
cognitivo, en la interacción del ser humano con la realidad, estableciendo un
fortalecimiento de conceptos formales y de pensamiento en el entorno educativo.
NÚCLEO PROBLÉMICO 4:
EL ANALISIS DEL DISCURSO EN EL COMPONENTE SEMANTICO DE LA LENGUA CASTELLANA
1. ¿Cómo relacionar la semántica con la Hermenéutica?
R/= La semántica parece describir el campo lingüístico desde fuera, por la
observación, y se ha podido desarrollar una clasificación de los
comportamientos en el trato de estos signos; la hermenéutica por su parte
aborda el aspecto interno en el uso de ese mundo semiótico; o más, exactamente,
el hecho interno del habla, que visto desde fuera aparece como la utilización
de un mundo de signos. Ambas estudian con su propio método la totalidad del
acceso al mundo que representa el lenguaje y lo hacen investigando más allá del
pluralismo lingüístico existente.
2. ¿De qué manera se distancia la metáfora
de la hermenéutica?
R/=De cuatro maneras que son:
a) La metáfora es un recurso de la frase, no de la palabra. La metáfora procede de una semántica de la frase antes de implicar una semántica de la palabra. Se trata de un fenómeno de predicación. Es resultado de poner dos términos en tensión (“manto de dolor”, por ejemplo). La metáfora procede la tensión entre todos los términos que constituyen un enunciado metafórico.
a) La metáfora es un recurso de la frase, no de la palabra. La metáfora procede de una semántica de la frase antes de implicar una semántica de la palabra. Se trata de un fenómeno de predicación. Es resultado de poner dos términos en tensión (“manto de dolor”, por ejemplo). La metáfora procede la tensión entre todos los términos que constituyen un enunciado metafórico.
b) La metáfora procede del conflicto entre dos significaciones. El principal rasgo de la metáfora es el funcionamiento mismo de la predicación a nivel de la totalidad del enunciado. La interpretación metafórica supone una interpretación literal que se destruye. Se trata de producir una “contradicción significante”, la tensión de la que antes hablábamos es una tensión, más que entre dos términos del enunciado, entre dos interpretaciones suscitadas por la metáfora. Esta transformación impone una torsión, que provoca una extensión de sentido, lo cual produce, a su vez, la creación de sentido de las palabras; no hablamos de un uso desviado de nombres, sino de predicados, no nombres empleados metafóricamente (denominación). La metáfora aparece por una inconsistencia del enunciado interpretado literalmente; esta inconsistencia es una “impertinencia semántica”. La impertinencia de la predicación debe seguir siendo percibida, a pesar de la emergencia de la nueva significación. Esta tensión, este conflicto entre el sentido literal y sentido metafórico debe mantenerse, sino ya no estamos ante una metáfora viva, sino muerta (es decir, debe seguir sorprendiéndonos hablar de “manto de dolor”).
c) La metáfora permite captar semejanza. Lo que está en juego en el enunciado metafórico es captar un “parecido”, una semejanza, allí donde la visión ordinaria no percibe ninguna conveniencia mutua; es un error calculado, asimilar cosas que no van juntas. Decía Aristóteles, en este sentido, que “hacer buenas metáforas es percibir la semejanza”. El funcionamiento de la metáfora se acerca a lo que Ryle denomina “category-mistake”, aproximar lo que está distante. Opone a la teoría clásica de la sustitución una teoría de la tensión: si nos quedamos en la concepción clásica, la metáfora no es más que un tropo, una sustitución de una palabra por otra, y la semejanza entre ambas es la que permite tal intercambio. La metáfora es una creación instantánea, es una innovación semántica en el choque entre dos interpretaciones. El momento creador reside en la emergencia de una nueva pertinencia sobre las ruinas de la predicación impertinente. Aquí es importante la semejanza. No por la semejanza aparece la metáfora, sino porque se da la metáfora aparece la semejanza, la aproximación; esto es, la asimilación predicativa. Esta nueva pertinencia suscita la extensión del sentido de las palabras aisladas: el fenómeno principal para la retórica clásica pasa a ser segundo en esta nueva comprensión de la metáfora.
d) La interpretación de la metáfora es infinita. No puede darse tal sustitución, argumenta Ricoeur, pues las metáforas verdaderas son intraducibles; no significa que no sean parafraseadas, sino que la paráfrasis es infinita y no agota la innovación de sentido.
e) La metáfora nos informa sobre la realidad. La metáfora no es un ornamento del discurso. La metáfora tiene mucho más que un valor emocional, es una información nueva, nos dice algo sobre la realidad.
Resumiendo, los rasgos de la metáfora viva son: impertinencia literal, nueva pertinencia predicativa, torsión verbal. La innovación semántica está constituida por el segundo rasgo (nueva pertinencia predicativa), producida por el trabajo de la imaginación. La imaginación es quien lleva a cabo el momento de innovación semántica, siempre que no se entienda la imaginación como producción de imágenes en el sentido de residuo perceptivo -impresión debilitada- y se distinga de lo que sería -en terminología de Kant- la imaginación reproductora. Tiene por misión, pues, esbozar nuevas síntesis, su corazón es el esquematismo que Kant define como el método de dar una imagen al concepto. "La imaginación desempeña el papel de un libre jugar con las posibilidades, en un estado de no compromiso con el mundo de la percepción y de la acción. En este estado ensayamos nuevas ideas, nuevos valores, nuevas maneras de ser en el mundo"
3. ¿Cómo
identificar la naturaleza del significado, sentido y valores?
R/= Es la manera en
que hablamos de las cosas. Esa manera viene definida por convención, esto es,
tiene carácter convencional o estándar. Por convencional se entiende el
conjunto de signos y reglas de una comunidad, por eso, el sentido no es un
elemento subjetivo, sino objetivo.
4. ¿Cómo
realizar un análisis semántico del texto?
R/= En la
tradición clásica, se consideraba que los objetivos básicos de todo análisis de
contenido consistían en: identificar los códigos utilizados, identificar el
contenido manifiesto, señalar los factores contextuales que sean de importancia
para la correcta interpretación de los datos y poner en evidencia elementos
relativos al contenido latente. Debemos siempre determinar primero cual es el
contenido que queremos analizar: el que percibimos nosotros el que quiso
comunicar el emisor o el que cree comprender un receptor o un grupo de
receptores. Proponerse realizar un análisis de contenido significa Clarificar
el ámbito y la finalidad de la investigación (el "para qué"),
Reconocer los códigos utilizados, Identificar el tipo de discurso por analizar,
reconociendo los componentes fácticos, ideológicos y ofimáticos, Definir el
punto de vista de interpretación (analista, emisor o receptores), y Definir
objetivos específicos d análisis; Aplicar técnicas para describir sistemática y
sintéticamente el contenido.
5. ¿Cuándo hay irregularidades semánticas?
R/= El
español, una de las lenguas más habladas en el mundo, conserva una compleja
gramática y presenta numerosos problemas para los no nativos que lo estudian
como segunda lengua o lengua extranjera (ELE). Uno de los puntos gramaticales
más conflictivos es la distinción entre el pretérito y el imperfecto. Esta
diferencia se remonta al griego clásico, donde estos tiempos coexistían con un
tercero llamado "aoristo". La categoría de aoristo se perdió en
latín, usándose el pretérito para ambos casos. Derivando la gramática española
del latín, la noción de "aoristo" no se recuperó, pero se sigue
conservando la distinción entre pretérito e imperfecto. Sin embargo, no es tal
la diferencia que otras lenguas hacen, como es el caso del inglés.
El objetivo y propósito de este trabajo consiste en un análisis exhaustivo de ambos tiempos en el español. Se analizará su morfología con sus excepciones, el uso de estos tiempos y las diferencias entre ambos. De igual modo, haciendo un acercamiento a la gramática inglesa, veremos los recursos que ésta utiliza para suplir tal "carencia" estructural.
MORFOLOGÍA Antes de adentrarnos en los usos de los dos tiempos pasados simples (pretérito e imperfecto) que nos competen en este artículo, pasaremos a recordar los aspectos meramente formales (morfológicos). Tal y como apuntan numerosos manuales de gramática descriptiva española, los verbos se dividen en tres conjugaciones. La primera la componen todos los verbos que terminan en ar; la segunda comprende los verbos cuya desinencia en infinitivo es er; y finalmente la tercera abarca aquellas acciones que hacen su infinitivo en –ir.
Las terminaciones para el imperfecto son:
Primera conjugación: -aba, -abas, -aba, -ábamos, -abais, -aban
Segunda y tercera conjugación: -ía, -ías, -ía, -íamos, -íais, -ían
Las terminaciones para el pretérito son:
Primera conjugación: -é, -aste, -ó, -amos, -asteis, -aron
Segunda y tercera conjugación: - í, -iste, -ió, -imos, -isteis, -ieron
El objetivo y propósito de este trabajo consiste en un análisis exhaustivo de ambos tiempos en el español. Se analizará su morfología con sus excepciones, el uso de estos tiempos y las diferencias entre ambos. De igual modo, haciendo un acercamiento a la gramática inglesa, veremos los recursos que ésta utiliza para suplir tal "carencia" estructural.
MORFOLOGÍA Antes de adentrarnos en los usos de los dos tiempos pasados simples (pretérito e imperfecto) que nos competen en este artículo, pasaremos a recordar los aspectos meramente formales (morfológicos). Tal y como apuntan numerosos manuales de gramática descriptiva española, los verbos se dividen en tres conjugaciones. La primera la componen todos los verbos que terminan en ar; la segunda comprende los verbos cuya desinencia en infinitivo es er; y finalmente la tercera abarca aquellas acciones que hacen su infinitivo en –ir.
Las terminaciones para el imperfecto son:
Primera conjugación: -aba, -abas, -aba, -ábamos, -abais, -aban
Segunda y tercera conjugación: -ía, -ías, -ía, -íamos, -íais, -ían
Las terminaciones para el pretérito son:
Primera conjugación: -é, -aste, -ó, -amos, -asteis, -aron
Segunda y tercera conjugación: - í, -iste, -ió, -imos, -isteis, -ieron
6. ¿Qué es un nivel cognitivo o
de representación semántica?
R/= La semántica es la dimensión del lenguaje que relaciona los elementos
lingüísticos, nombres, predicados, oraciones, con los objetos, las acciones y
propiedades y los hechos del mundo. La semántica tiene que ver con nuestra
capacidad de representarnos en el mundo mediante símbolos.
CONCLUSIÓN
Para finalizar la semántica nos proporciona diversos
desarrollos en el lenguaje que ayuda en la tarea de discurso y texto como también
la manera de interpretar el mismo en la aplicación de diversos enfoques
comunicativos.
Por lo tanto, busca consolidar estos temas para la
enseñanza de la lengua castellana en el medio social e interacción del ser
humano con la realidad.
BIBLIOGRAFIA
Ø
Pottier, B. (1993), Semántica General, Madrid, Gredos.
Ø
Semántica-
Pierre Guiraud
componentes de la lengua castellana - Origen lexico de la Lengua Castellana
ANALISIS DISCURSIVO DE LOS COMPONENTES DE LA LENGUA CASTELLANA
NÚCLEO
PROBLÉMICO 1:
EL ORIGEN DEL LEXICO DE LA LENGUA CASTELLANA
SANCHEZ BARRAGAN DIANA MARCELA
JULIETA COVALEDA
LICENCIATURA EN EDUCACION BASICA
CON ENFASIS EN LENGUA CASTELLANA
UNIVERSIDAD DEL TOLIMA
IDEAD ICONONZO
SEMESTRE VII
HOMOLOGACION
ICONONZO TOLIMA
2012
OBJETIVO GENERAL
Conocer raíces griegas y latinas
de uso común en la formación de
palabras castellanas.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
Identificar las palabras
de raíz grecolatina en la
enseñanza de la lengua castellana.
Establecer aportes del latín, griego y árabe en la
formación de las palabras en el ámbito
educativo.
Afianzar
los conocimientos en el ámbito de las etimologías de las palabras en el
castellano.
INTRODUCCIÓN
A lo largo del desarrollo
del trabajo, explicaremos cómo la lengua
castellana nace, cambia y evoluciona. Por este lado podremos
comprobar que las lenguas, que en su momento eran de mayor importancia, mueren
por la aparición de otras, dando como
ejemplo nuestra lengua: El Castellano.
De este modo, el origen del castellano, los cambios que se produjeron en esta
lengua, la evolución y la
desaparición de lenguas primitivas por la aparición del castellano nos muestra que gracias a ella
nos comunicamos con otras personas y que
nos ayuda a conocer etimologías provenientes
de las raíces latín y griego que se enfocan en el origen de las palabras.
NÚCLEO PROBLÉMICO 1:
EL ORIGEN DEL LEXICO DE LA LENGUA CASTELLANA
1. ¿Qué es una familia lingüística?
R/= Una familia de lenguas es
un grupo de lenguas emparentadas históricamente y que parecen derivar de una lengua más antigua que por
diversificación dialectal dio lugar
a diferentes lenguas,
normalmente ininteligibles entre sí. En
sentido estricto, una familia de lenguas es una unidad filogenética, es decir,
todos sus miembros derivan de un ancestro común
2. ¿Cómo se identifica?
R/= Desde un punto de vista científico, a partir de Ferdinand de
Saussure se entiende por lengua el sistema de signos orales y escritos del que
disponen los miembros de una comunidad para realizar los actos lingüísticos
cuando hablan y escriben. La lengua es un inventario que los hablantes no
pueden modificar, sólo emplearlo a través del habla, es decir, el conjunto de
emisiones que los hablantes producen gracias al inventario del que disponen.
Este concepto fue ligeramente modificado por Noam Chomsky, que entiende la
lengua como el sistema interiorizado que poseen los hablantes, capaz de generar
sus realizaciones lingüísticas. El hablante las evalúa gracias a la
competencia, o sea, el dominio inconsciente que tiene de su lengua.
3. ¿Por qué se describe como
lenguas Grecolatinas o Romanceras las derivadas
del Latín?
R/= Del latín clásico, o sea el formal utilizado en la literatura y en los
círculos más instruidos y cultos, con el tiempo van surgiendo una serie de
variaciones y dialectos cuyo conjunto se conoce como el "latín
vulgar", refiriéndose al que es hablado por el pueblo.
Del latín vulgar, surgen a su vez las lenguas que conocemos como "romances", o románticas. Incluso estas lenguas derivadas del latín son conocidas como "neolatinas", lo que hace referencia a una nueva o modificada presentación del latín.
Entre estas lenguas romances, derivadas del latín, tenemos al español (entre las romances la más hablada), el francés, catalán, el portugués, el gallego, Asturleonés (grupo que incluye Asturiano, Leonés, Mirandés, Extremeño), el Sardo (hablado en Cerdeña), el italiano, napolitano, siciliano, rumano y dálmata (esta última una lengua muerta hablada en las costas de Dalmacia, actualmente Croacia).
Además una serie de dialectos y variaciones se derivan del latín, algunos desaparecidos y otros casi en desuso, pero lo anterior te sirve para tener una buena idea del alcance que ha tenido el latín para influenciar las lenguas en el mundo y la historia.
Del latín vulgar, surgen a su vez las lenguas que conocemos como "romances", o románticas. Incluso estas lenguas derivadas del latín son conocidas como "neolatinas", lo que hace referencia a una nueva o modificada presentación del latín.
Entre estas lenguas romances, derivadas del latín, tenemos al español (entre las romances la más hablada), el francés, catalán, el portugués, el gallego, Asturleonés (grupo que incluye Asturiano, Leonés, Mirandés, Extremeño), el Sardo (hablado en Cerdeña), el italiano, napolitano, siciliano, rumano y dálmata (esta última una lengua muerta hablada en las costas de Dalmacia, actualmente Croacia).
Además una serie de dialectos y variaciones se derivan del latín, algunos desaparecidos y otros casi en desuso, pero lo anterior te sirve para tener una buena idea del alcance que ha tenido el latín para influenciar las lenguas en el mundo y la historia.
4. Cómo verificar el proceso histórico de formación de las palabras
castellanas?
R/= Desde su
nacimiento, el idioma español ha sufrido una alteración constante: unas
palabras han caído en desuso, otras han variado su forma o significado, pero el
mayor movimiento lo constituye el ingreso constante de nuevas voces.
Este enriquecimiento lingüístico se ha logrado de dos maneras: adoptando palabras de otros idiomas, o bien inventándolas, por lo cual el lenguaje del ser humano va incrementando.
La segunda forma: inventándolas ha sido l que mayores frutos ha dado y la que ha servido para llenar las necesidades expresivas de los hispanohablantes.
Esta formación de palabras de ha utilizado dos procedimientos lingüísticos frecuentes: derivación y composición.
Este enriquecimiento lingüístico se ha logrado de dos maneras: adoptando palabras de otros idiomas, o bien inventándolas, por lo cual el lenguaje del ser humano va incrementando.
La segunda forma: inventándolas ha sido l que mayores frutos ha dado y la que ha servido para llenar las necesidades expresivas de los hispanohablantes.
Esta formación de palabras de ha utilizado dos procedimientos lingüísticos frecuentes: derivación y composición.
5. ¿Cómo identificar el aporte del Latín, Griego y Árabe
en la formación lexical de la Lengua Castellana?
R/= El español es una
evolución del latín hablado en la Península Ibérica, que sufrió influencias de
los invasores visigodos y árabes y, más recientemente, de otras lenguas
europeas.
Tras la caída del Imperio Romano, hacia el siglo V de nuestra era, España fue invadida por los visigodos, que acabaron por integrarse a la población y dejaron una fuerte impronta en el castellano.
Hacia el siglo VIII, los árabes invadieron España y llegaron a ocupar la mayor parte de la península, hasta ser definitivamente expulsados a fines del siglo XV. El diccionario de la Academia registra más de 1.300 términos de origen árabe, pero se cree que en la lengua existen cerca de 4.000, si se incluyen prefijos, sufijos y topónimos.
Por otra parte, no se debe olvidar la supervivencia, aunque escasa, de las lenguas prerromanas (habladas en la península antes de la llegada de los romanos), como la ibérica, la fenicia, la tartesia y la celta, que dejaron su marca en topónimos como Cádiz, Málaga y Palencia, entre muchos otros. Ni de la lengua vasca, que pervive aún hoy.
La lengua árabe fue decisiva en la configuración de las lenguas de España, pues en la Península Ibérica se asentó durante ocho siglos la dominación de este pueblo.
El legado de los árabes fue fundamentalmente léxico, pues influyeron escasamente en el sistema fonético, así como en la morfología y en la sintaxis.
Nos dejaron palabra tales como atalayas, alcalde, ronda, alguacil, almoneda, almacén. Aprendieron a contar y medir con ceros, quilates, quintales, fanegas y arrobas; aprendieron de sus alfayates (hoy sastres), alfareros, albañiles que construían zaguanes, alcantarillas o azoteas y cultivaron albaricoques, acelgas o algarrobas que cuidaban y regaban por medio de acequias, aljibes, albuferas, norias y azadones. Influyeron en la pronunciación de la s- inicial latina en j- como en jabón del latín 'saponem'. Añadieron el sufijo -í en la formación de los adjetivos y nombres como jabalí, marroquí, magrebí, alfonsí o carmesí. Se arabizaron numerosos topónimos como por ejemplo Zaragoza de "Caesara (u) gusta", o Baza de "Basti". El Diccionario de la Academia incluye 1.385 voces de origen árabe, pero el total es bastante mayor; probablemente hay en nuestra lengua un acervo de más de 4.000 palabras de ese origen, si se incluyen sufijos, prefijos y topónimos.
Tras la caída del Imperio Romano, hacia el siglo V de nuestra era, España fue invadida por los visigodos, que acabaron por integrarse a la población y dejaron una fuerte impronta en el castellano.
Hacia el siglo VIII, los árabes invadieron España y llegaron a ocupar la mayor parte de la península, hasta ser definitivamente expulsados a fines del siglo XV. El diccionario de la Academia registra más de 1.300 términos de origen árabe, pero se cree que en la lengua existen cerca de 4.000, si se incluyen prefijos, sufijos y topónimos.
Por otra parte, no se debe olvidar la supervivencia, aunque escasa, de las lenguas prerromanas (habladas en la península antes de la llegada de los romanos), como la ibérica, la fenicia, la tartesia y la celta, que dejaron su marca en topónimos como Cádiz, Málaga y Palencia, entre muchos otros. Ni de la lengua vasca, que pervive aún hoy.
La lengua árabe fue decisiva en la configuración de las lenguas de España, pues en la Península Ibérica se asentó durante ocho siglos la dominación de este pueblo.
El legado de los árabes fue fundamentalmente léxico, pues influyeron escasamente en el sistema fonético, así como en la morfología y en la sintaxis.
Nos dejaron palabra tales como atalayas, alcalde, ronda, alguacil, almoneda, almacén. Aprendieron a contar y medir con ceros, quilates, quintales, fanegas y arrobas; aprendieron de sus alfayates (hoy sastres), alfareros, albañiles que construían zaguanes, alcantarillas o azoteas y cultivaron albaricoques, acelgas o algarrobas que cuidaban y regaban por medio de acequias, aljibes, albuferas, norias y azadones. Influyeron en la pronunciación de la s- inicial latina en j- como en jabón del latín 'saponem'. Añadieron el sufijo -í en la formación de los adjetivos y nombres como jabalí, marroquí, magrebí, alfonsí o carmesí. Se arabizaron numerosos topónimos como por ejemplo Zaragoza de "Caesara (u) gusta", o Baza de "Basti". El Diccionario de la Academia incluye 1.385 voces de origen árabe, pero el total es bastante mayor; probablemente hay en nuestra lengua un acervo de más de 4.000 palabras de ese origen, si se incluyen sufijos, prefijos y topónimos.
6. ¿Lengua Española o Lengua Castellana?
R/= Esta lengua también se llama castellano, por ser el
nombre de la comunidad lingüística que habló esta modalidad románica en tiempos
medievales: Castilla. Existe alguna polémica en torno a la denominación del
idioma; el término español es relativamente reciente y no es admitido por los
muchos hablantes bilingües del Estado Español, pues entienden que español
incluye los términos valenciano, gallego, catalán y vasco, idiomas a su vez de
consideración oficial dentro del territorio de sus comunidades autónomas
respectivas; son esos hablantes bilingües quienes proponen volver a la
denominación más antigua que tuvo la lengua, castellano entendido como 'lengua
de Castilla'.
En los países hispanoamericanos se ha conservado esta denominación y no plantean dificultad especial a la hora de entender como sinónimos los términos castellano y español.
En los países hispanoamericanos se ha conservado esta denominación y no plantean dificultad especial a la hora de entender como sinónimos los términos castellano y español.
CONCLUSIÓN
En conclusión
la mayoría de las palabras que surgen o se modifican en el lenguaje lo hacen
por su uso constante. El lenguaje no es algo estático sino que evoluciona, se
modifica y se retroalimenta, con esto se
busca que se aprenda mayor vocabulario
ya que de esta forma se mejora el léxico
de los sujetos que la hablan en los diversos contextos y en la parte escrita, por que aún se
desconocen bastantes palabras
de donde provienen y sus raíces
grecolatinas y el uso que se les da en
la vida diaria , medicina , historia , anatomía , etc.
BIBLIOGRAFIA
El Gran Saber Larousse, Enciclopedia Metódica
Larousse, Tomo 10, Lord Cochrane S.A., Santiago de Chile, 1992.
Arana Rodríguez,
Alejandra. Etimologías grecolatinas. Práctica, ocios y teoría. Edere. México,
2007
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