ANALISIS DISCURSIVO DE LOS COMPONENTES DE LA LENGUA CASTELLANA
NÚCLEO
PROBLÉMICO 4:
EL ANALISIS DEL DISCURSO EN EL COMPONENTE SEMANTICO DE LA LENGUA CASTELLANA
SANCHEZ BARRAGAN DIANA MARCELA
JULIETA COVALEDA
LICENCIATURA EN EDUCACION
BASICA CON ENFASIS EN LENGUA CASTELLANA
UNIVERSIDAD DEL TOLIMA
IDEAD ICONONZO
SEMESTRE VII
HOMOLOGACION
ICONONZO TOLIMA
2012
OBJETIVO GENERAL
v
Identificar
la función que cumple la semántica y la hermenéutica en la enseñanza del
lenguaje.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
v
Conocer
la incidencia del proceso semántico en las palabras.
v
Propiciar
discurso en los actos de habla de forma semántica co intención comunicativa.
v
Analizar
plenamente la semántica en el desarrollo del discurso y la hermenéutica en la
acción critica de textos.
INTRODUCCIÓN
En este núcleo problemico
hace referencia a los conceptos de semántica y hermenéutica en el análisis del
discurso en la Lengua Castellana buscando que surjan a partir del proceso
cognitivo, en la interacción del ser humano con la realidad, estableciendo un
fortalecimiento de conceptos formales y de pensamiento en el entorno educativo.
NÚCLEO PROBLÉMICO 4:
EL ANALISIS DEL DISCURSO EN EL COMPONENTE SEMANTICO DE LA LENGUA CASTELLANA
1. ¿Cómo relacionar la semántica con la Hermenéutica?
R/= La semántica parece describir el campo lingüístico desde fuera, por la
observación, y se ha podido desarrollar una clasificación de los
comportamientos en el trato de estos signos; la hermenéutica por su parte
aborda el aspecto interno en el uso de ese mundo semiótico; o más, exactamente,
el hecho interno del habla, que visto desde fuera aparece como la utilización
de un mundo de signos. Ambas estudian con su propio método la totalidad del
acceso al mundo que representa el lenguaje y lo hacen investigando más allá del
pluralismo lingüístico existente.
2. ¿De qué manera se distancia la metáfora
de la hermenéutica?
R/=De cuatro maneras que son:
a) La metáfora es un recurso de la frase, no de la palabra. La metáfora procede de una semántica de la frase antes de implicar una semántica de la palabra. Se trata de un fenómeno de predicación. Es resultado de poner dos términos en tensión (“manto de dolor”, por ejemplo). La metáfora procede la tensión entre todos los términos que constituyen un enunciado metafórico.
a) La metáfora es un recurso de la frase, no de la palabra. La metáfora procede de una semántica de la frase antes de implicar una semántica de la palabra. Se trata de un fenómeno de predicación. Es resultado de poner dos términos en tensión (“manto de dolor”, por ejemplo). La metáfora procede la tensión entre todos los términos que constituyen un enunciado metafórico.
b) La metáfora procede del conflicto entre dos significaciones. El principal rasgo de la metáfora es el funcionamiento mismo de la predicación a nivel de la totalidad del enunciado. La interpretación metafórica supone una interpretación literal que se destruye. Se trata de producir una “contradicción significante”, la tensión de la que antes hablábamos es una tensión, más que entre dos términos del enunciado, entre dos interpretaciones suscitadas por la metáfora. Esta transformación impone una torsión, que provoca una extensión de sentido, lo cual produce, a su vez, la creación de sentido de las palabras; no hablamos de un uso desviado de nombres, sino de predicados, no nombres empleados metafóricamente (denominación). La metáfora aparece por una inconsistencia del enunciado interpretado literalmente; esta inconsistencia es una “impertinencia semántica”. La impertinencia de la predicación debe seguir siendo percibida, a pesar de la emergencia de la nueva significación. Esta tensión, este conflicto entre el sentido literal y sentido metafórico debe mantenerse, sino ya no estamos ante una metáfora viva, sino muerta (es decir, debe seguir sorprendiéndonos hablar de “manto de dolor”).
c) La metáfora permite captar semejanza. Lo que está en juego en el enunciado metafórico es captar un “parecido”, una semejanza, allí donde la visión ordinaria no percibe ninguna conveniencia mutua; es un error calculado, asimilar cosas que no van juntas. Decía Aristóteles, en este sentido, que “hacer buenas metáforas es percibir la semejanza”. El funcionamiento de la metáfora se acerca a lo que Ryle denomina “category-mistake”, aproximar lo que está distante. Opone a la teoría clásica de la sustitución una teoría de la tensión: si nos quedamos en la concepción clásica, la metáfora no es más que un tropo, una sustitución de una palabra por otra, y la semejanza entre ambas es la que permite tal intercambio. La metáfora es una creación instantánea, es una innovación semántica en el choque entre dos interpretaciones. El momento creador reside en la emergencia de una nueva pertinencia sobre las ruinas de la predicación impertinente. Aquí es importante la semejanza. No por la semejanza aparece la metáfora, sino porque se da la metáfora aparece la semejanza, la aproximación; esto es, la asimilación predicativa. Esta nueva pertinencia suscita la extensión del sentido de las palabras aisladas: el fenómeno principal para la retórica clásica pasa a ser segundo en esta nueva comprensión de la metáfora.
d) La interpretación de la metáfora es infinita. No puede darse tal sustitución, argumenta Ricoeur, pues las metáforas verdaderas son intraducibles; no significa que no sean parafraseadas, sino que la paráfrasis es infinita y no agota la innovación de sentido.
e) La metáfora nos informa sobre la realidad. La metáfora no es un ornamento del discurso. La metáfora tiene mucho más que un valor emocional, es una información nueva, nos dice algo sobre la realidad.
Resumiendo, los rasgos de la metáfora viva son: impertinencia literal, nueva pertinencia predicativa, torsión verbal. La innovación semántica está constituida por el segundo rasgo (nueva pertinencia predicativa), producida por el trabajo de la imaginación. La imaginación es quien lleva a cabo el momento de innovación semántica, siempre que no se entienda la imaginación como producción de imágenes en el sentido de residuo perceptivo -impresión debilitada- y se distinga de lo que sería -en terminología de Kant- la imaginación reproductora. Tiene por misión, pues, esbozar nuevas síntesis, su corazón es el esquematismo que Kant define como el método de dar una imagen al concepto. "La imaginación desempeña el papel de un libre jugar con las posibilidades, en un estado de no compromiso con el mundo de la percepción y de la acción. En este estado ensayamos nuevas ideas, nuevos valores, nuevas maneras de ser en el mundo"
3. ¿Cómo
identificar la naturaleza del significado, sentido y valores?
R/= Es la manera en
que hablamos de las cosas. Esa manera viene definida por convención, esto es,
tiene carácter convencional o estándar. Por convencional se entiende el
conjunto de signos y reglas de una comunidad, por eso, el sentido no es un
elemento subjetivo, sino objetivo.
4. ¿Cómo
realizar un análisis semántico del texto?
R/= En la
tradición clásica, se consideraba que los objetivos básicos de todo análisis de
contenido consistían en: identificar los códigos utilizados, identificar el
contenido manifiesto, señalar los factores contextuales que sean de importancia
para la correcta interpretación de los datos y poner en evidencia elementos
relativos al contenido latente. Debemos siempre determinar primero cual es el
contenido que queremos analizar: el que percibimos nosotros el que quiso
comunicar el emisor o el que cree comprender un receptor o un grupo de
receptores. Proponerse realizar un análisis de contenido significa Clarificar
el ámbito y la finalidad de la investigación (el "para qué"),
Reconocer los códigos utilizados, Identificar el tipo de discurso por analizar,
reconociendo los componentes fácticos, ideológicos y ofimáticos, Definir el
punto de vista de interpretación (analista, emisor o receptores), y Definir
objetivos específicos d análisis; Aplicar técnicas para describir sistemática y
sintéticamente el contenido.
5. ¿Cuándo hay irregularidades semánticas?
R/= El
español, una de las lenguas más habladas en el mundo, conserva una compleja
gramática y presenta numerosos problemas para los no nativos que lo estudian
como segunda lengua o lengua extranjera (ELE). Uno de los puntos gramaticales
más conflictivos es la distinción entre el pretérito y el imperfecto. Esta
diferencia se remonta al griego clásico, donde estos tiempos coexistían con un
tercero llamado "aoristo". La categoría de aoristo se perdió en
latín, usándose el pretérito para ambos casos. Derivando la gramática española
del latín, la noción de "aoristo" no se recuperó, pero se sigue
conservando la distinción entre pretérito e imperfecto. Sin embargo, no es tal
la diferencia que otras lenguas hacen, como es el caso del inglés.
El objetivo y propósito de este trabajo consiste en un análisis exhaustivo de ambos tiempos en el español. Se analizará su morfología con sus excepciones, el uso de estos tiempos y las diferencias entre ambos. De igual modo, haciendo un acercamiento a la gramática inglesa, veremos los recursos que ésta utiliza para suplir tal "carencia" estructural.
MORFOLOGÍA Antes de adentrarnos en los usos de los dos tiempos pasados simples (pretérito e imperfecto) que nos competen en este artículo, pasaremos a recordar los aspectos meramente formales (morfológicos). Tal y como apuntan numerosos manuales de gramática descriptiva española, los verbos se dividen en tres conjugaciones. La primera la componen todos los verbos que terminan en ar; la segunda comprende los verbos cuya desinencia en infinitivo es er; y finalmente la tercera abarca aquellas acciones que hacen su infinitivo en –ir.
Las terminaciones para el imperfecto son:
Primera conjugación: -aba, -abas, -aba, -ábamos, -abais, -aban
Segunda y tercera conjugación: -ía, -ías, -ía, -íamos, -íais, -ían
Las terminaciones para el pretérito son:
Primera conjugación: -é, -aste, -ó, -amos, -asteis, -aron
Segunda y tercera conjugación: - í, -iste, -ió, -imos, -isteis, -ieron
El objetivo y propósito de este trabajo consiste en un análisis exhaustivo de ambos tiempos en el español. Se analizará su morfología con sus excepciones, el uso de estos tiempos y las diferencias entre ambos. De igual modo, haciendo un acercamiento a la gramática inglesa, veremos los recursos que ésta utiliza para suplir tal "carencia" estructural.
MORFOLOGÍA Antes de adentrarnos en los usos de los dos tiempos pasados simples (pretérito e imperfecto) que nos competen en este artículo, pasaremos a recordar los aspectos meramente formales (morfológicos). Tal y como apuntan numerosos manuales de gramática descriptiva española, los verbos se dividen en tres conjugaciones. La primera la componen todos los verbos que terminan en ar; la segunda comprende los verbos cuya desinencia en infinitivo es er; y finalmente la tercera abarca aquellas acciones que hacen su infinitivo en –ir.
Las terminaciones para el imperfecto son:
Primera conjugación: -aba, -abas, -aba, -ábamos, -abais, -aban
Segunda y tercera conjugación: -ía, -ías, -ía, -íamos, -íais, -ían
Las terminaciones para el pretérito son:
Primera conjugación: -é, -aste, -ó, -amos, -asteis, -aron
Segunda y tercera conjugación: - í, -iste, -ió, -imos, -isteis, -ieron
6. ¿Qué es un nivel cognitivo o
de representación semántica?
R/= La semántica es la dimensión del lenguaje que relaciona los elementos
lingüísticos, nombres, predicados, oraciones, con los objetos, las acciones y
propiedades y los hechos del mundo. La semántica tiene que ver con nuestra
capacidad de representarnos en el mundo mediante símbolos.
CONCLUSIÓN
Para finalizar la semántica nos proporciona diversos
desarrollos en el lenguaje que ayuda en la tarea de discurso y texto como también
la manera de interpretar el mismo en la aplicación de diversos enfoques
comunicativos.
Por lo tanto, busca consolidar estos temas para la
enseñanza de la lengua castellana en el medio social e interacción del ser
humano con la realidad.
BIBLIOGRAFIA
Ø
Pottier, B. (1993), Semántica General, Madrid, Gredos.
Ø
Semántica-
Pierre Guiraud
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